Recuperarse de momentos difíciles

La vida tiene algunos momentos alegres, otros aburridos, unos tristes, otros muy divertidos, otros desafiantes. La vida tiene de todo. Y así seguirá siendo, afortunadamente.

Lo importante es cómo transitamos esos momentos, sobre todo los tristes y difíciles. ¿Cómo nos recuperamos después de un evento complicado? Eso depende en gran medida de una capacidad llamada resiliencia.

 

Es definida por la Asociación Americana de Psicología (APA por sus siglas en inglés) como el proceso de adaptarse bien a la adversidad, a un trauma, tragedia, amenaza, o fuentes de tensión significativas, como problemas familiares o de relaciones personales, problemas serios de salud o situaciones estresantes del trabajo o financieras. Significa “rebotar” de una experiencia difícil, como si uno fuera una bola o un resorte.

 

Algunos componentes de la resiliencia son:

  1. Físicos: incluyen la fuerza física, la energía, la salud y vitalidad.
  2. Mentales o psicológicos: adaptabilidad, atención y enfoque, autoestima, auto-confianza, consciencia y regulación emocional, auto-expresión y habilidades de razonamiento y pensamiento.
  3. Sociales: incluyen las relaciones interpersonales, conformación de grupo, simpatía, comunicación y cooperación.

 

La resiliencia emocional se puede observar cuando eres capaz de calmar tu mente tras una experiencia negativa. Está relacionada con la motivación intrínseca, una fuerza a través de la cual podemos brindarnos soporte durante los vaivenes de la vida.

También puede ser vista como una manera de vivir que está entrelazada con la auto-confianza, la auto-compasión y un alto auto-conocimiento. Es una vía a través de la cual nos empoderamos para percibir adversidades como temporales y podemos transitar a través del sufrimiento y el dolor. Significa recuperarnos de un momento complejo y no permitir que dañe nuestra motivación interna.

 

De acuerdo a Conner y Davidson, creadores de una escala para medir la resiliencia, existen ciertas características en las presonas resilientes, las cuales incluyen:

 

  • Ver el cambio como un desafío u oportunidad
  • Alto grado de compromiso
  • Reconocimiento de los límites de control
  • Comprometer el apoyo de otros
  • Contar con afectos seguros y cercanos
  • Auto-eficacia
  • Se fortalecen con el estrés
  • Recuerdan éxitos anteriores
  • Sensación de control realista / tener opciones
  • Paciencia
  • Orientados a resultados
  • Tolerancia ante afectos negativos
  • Optimismo
  • Creer

 

Esta capacidad o habilidad es muy importante, no solo porque nos permite salir de los baches, sino también porque las personas con un bajo nivel de resiliencia pueden sentirse deprimidas, victimizadas, desmoralizadas, desconectadas, cansadas o fatigadas, muy estresadas, con dificultad para continuar, sin esperanza.

 

Por lo tanto, vale la pena trabajar en incrementar esa capacidad natural. Aquí comparto algunas vías para hacerlo.

Vale la pena mencionar que las maneras principales de desarrollar la resiliencia incluyen tener un buen sistema de soporte, manter relaciones positivas, tener una buena auto-imagen y una actitud positiva.

 

Otros factores que pueden contribuir son:

  • Tener la capacidad de hacer planes realistas
  • Ser capaz de llevar a cabo los planes establecidos
  • Poder manejar efectivamente los impulsos y sentimientos de manera sana
  • Tener buenas habilidades de comunicación
  • Tener confianza en las propias habilidades y fortalezas
  • Contar con buenas habilidades de resolución de problemas

 

Un ejemplo de comportamiento resiliente puede involucrar:

 

  1. Ver las crisis como impermanentes
  2. Reencuadrar los reveses como oportunidades de crecimiento
  3. Reconocer las distorsiones cognitivas como falsas creencias
  4. Manejar fuertes emociones e impulsos
  5. Enfoque en lo que se puede controlar
  6. No percibirse como víctima
  7. Comprometerse con todos los aspectos de su vida
  8. Tener una perspectiva positiva del futuro y desarrollar una mentalidad de crecimiento

 

Para finalizar, te dejo unas preguntas para plantear un plan para fortalecer tu capacidad resiliente:

 

  1. Reconoce las señales de estrés
  • ¿En dónde lo sientes en tu cuerpo? ¿Qué hábitos tienes que pueden estar fomentando tu estrés?
  1. Enfocate en tu fortaleza física
  • ¿Qué pequeños cambios puedes hacer para mejorar tu salud (mejor nutrición, mejor descanso, ejercicio, hidratación, etc.)?
  1. Fortalece tu respuesta de relajación
  • Haz una lista de actividades que te ayudan a relajarte (en casa y en el trabajo).
  • Prueba algunas técnicas de relajación nuevas.
  1. Identifica y usa tus fortalezas
  • Describe algún momento en tu vida en el cual hayas sido capaz de manejar un gran desafío.
  • ¿Qué aprendiste? ¿Qué fortalezas te permitieron salir adelante? ¿Cómo puedes utilizar esto en un futuro?
  1. Incrementa tus emociones positivas en tu dia a dia
  • Identifica fuentes de humor y disfrute.
  • Expresa agradecimiento.
  • Haz una lista de tus logros.
  1. Involucrate en activivdades significativas
  • ¿Qué fue significativo de lo que realizaste en tu dia? ¿Qué actividades consideras importantes? ¿Cómo puedes incrementar las actividades significativas y disfrutables que realizas?
  1. Trabaja con tus pensamientos inútiles
  • Escribe lo que estás pensando cuando te estresas.
  • Pregúntate: ¿Qué es lo peor que puede suceder?¿Puedo sobrevivir? ¿Hay algo que pueda hacer al respecto? ¿Qué le recomendaría a una persona cercana?
  • Analiza en otro momento eso que escribiste, ¿lo ves desde otra perspectiva? ¿Qué ha cambiado?
  • Nota que los pensamientos que te estresan están en tu mente y por lo tanto puedes controlarlos.

 

Recuerda que la resiliencia es como un músculo el cual hay que ejercitar frecuentemente para que funcione mejor y se fortalezca. Date momentos todos los días para estar contigo, conocerte y saber qué es lo que te afecta y qué es lo que te ayuda. Practica estrategias de manejo de estrés.

 

 

comentarios

¿Quieres mejorar
tu vida?

No dejes pasar más tiempo.
Escríbeme y empecemos a trabajar.

Contacto